Innovar con Olga: ¿Cómo transformará la tecnología nuestras ciudades?

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Se prevé que 66 por ciento de la población mundial será urbana en 2050, lo que aumentará la presión en los servicios y el medio ambiente a medida que el mundo se aproxima rápidamente a los 9000 millones de habitantes. El aumento de la conectividad ayudará a las ciudades a adaptarse a este aumento de la demanda y a convertirse en ciudades sostenibles e inteligentes, con el consiguiente incremento de las ventajas y oportunidades para sectores tales como la atención de salud, el transporte y la enseñanza. La Sra. Olga Cavalli (@olgacavalli), Vicepresidenta del Governmental Advisory Committee de la ICANN, Presidenta de ISOC Argentina, Relatora para la Cuestión 6 de la Comisión de Estudio 20 del UIT-T, “Ciudades y comunidades inteligentes, infraestructura y marco”, y catedrática de la Universidad de Buenos Aires, explica cómo la tecnología mejorará la eficiencia urbana y la calidad de vida.

Llevo utilizando Internet desde hace apenas diez años, pero no me imagino vivir sin ella. La utilizo en mi trabajo, para comunicar con mis amigos y para mantenerme al corriente de lo que pasa en el mundo. Pero debemos ser realistas, Internet todavía está en pañales, sólo estamos descubriendo sus posibilidades. Los actuales desarrollos tecnológicos nos ofrecen nuevas oportunidades de conectarnos unos con otros y con el mundo que nos rodea. Este aumento de la conectividad orientará la evolución hacia ciudades sostenibles e inteligentes, en las cuales los servicios recurrirán a tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para aumentar su eficacia medioambiental y mejorar nuestra calidad de vida. Poner en marcha la calefacción en casa desde un dispositivo móvil o ir al trabajo en un coche sin conductor pronto será realidad y no podremos imaginarnos vivir de ninguna otra manera.

Durante los últimos diez años he tratado de llevar esa “vida conectada” a Argentina en mis diversos cargos. Como Vicepresidenta del Governmental Advisory Committee (GAC) de la ICANN, Presidenta de ISOC Argentina, catedrática e ingeniera eléctrica y electrónica, he ayudado a coordinar componentes fundamentales como infraestructuras TIC y políticas esenciales en zonas pobres y rurales, así como la transición de la versión 4 del Protocolo Internet (IPv4) a la versión 6 del Protocolo Internet (IPv6) – una etapa vital del despliegue de ciudades sostenibles e inteligentes.

 

La vida en una ciudad sostenible e inteligente

La mejor manera de definir una ciudad sostenible e inteligente es probablemente un ejemplo. Tomemos la lucha cotidiana habitual: el trayecto de casa al trabajo. Ponemos una alarma en el teléfono para llegar pronto al trabajo y preparar una reunión importante, pero un accidente de tráfico colapsa la circulación y no llegamos a tiempo a la reunión. Supongamos ahora que la alarma del teléfono está conectada a la información de tráfico, puede calcular un nuevo trayecto y despertarnos antes para tener en cuenta el cambio de trayecto a fin de que podamos llegar a tiempo al trabajo. Supongamos que podemos recibir indicaciones exactas para encontrar una plaza de aparcamiento. Aún mejor, supongamos que la alarma también está conectada a la cafetera y un café caliente nos espera en la cocina.

Así es la vida en una ciudad sostenible e inteligente. Un ecosistema totalmente conectado que mejorará la calidad de vida y el acceso a los servicios. También tendrá un impacto positivo en la vida cotidiana. Es indudable que sistemas más perfeccionados de gestión del tráfico mejorarán la vida de la mayoría de los trabajadores que deben desplazarse. Ahora bien, ¿Cómo se desarrollará y desplegará este sistema?

 

Infraestructura y recursos

Las ciudades sostenibles e inteligentes permitirán un acceso mejor y más fácil a servicios tales como la atención sanitaria, el transporte y la enseñanza, y mejorarán así la calidad de vida de las poblaciones urbanas. La Internet de las cosas (IoT) será fundamental a ese respecto y se prevé que 50.000 millones de “cosas” estarán conectadas a Internet en 2020, es decir dispositivos y equipos como cafeteras y monitores cardíacos inalámbricos, y también «cosas» como el ganado.

Esta próxima generación de servicios es una evolución natural del actual entorno creado por Internet. Ahora bien, la tecnología no puede desarrollarse sin una infraestructura adecuada en la que apoyarse, que desempeñará una función decisiva en el despliegue de servicios en ciudades sostenibles e inteligentes. Todo ello depende de dos elementos fundamentales: una mayor conectividad de banda ancha y recursos de direccionamiento suficientes. A finales de 2014, 65 por ciento de Argentina estaba en línea y utilizaba Internet. Nuestra orografía, en particular el desierto de Patagonia al sur y la cordillera de los Andes que linda el país al noroeste, ha creado zonas escasamente pobladas que no ofrecen incentivos financieros para que las empresas privadas instalen Internet. Por consiguiente, el gobierno debe intervenir. Además de instalar redes de fibra óptica en todo el país, el gobierno argentino ha lanzado diversas iniciativas de desarrollo de infraestructuras para conectar el país: Argentina Conectada y la Red Federal de Fibra Óptica , y el programa de creación de capacidades «Conectar Igualdad», que ha proporcionado más de 5 millones de computadoras a estudiantes en Argentina.

Con todo, la conectividad sólo es un aspecto de la concretización de las ciudades sostenibles inteligentes. Para hacer frente a la creciente demanda que generará este aumento de la conectividad, debemos aumentar los recursos de direccionamiento, pero las atribuciones de direcciones están disminuyendo rápidamente en el espacio de direcciones de 32 bits disponible en la actual infraestructura de Internet, la versión 4 del Protocolo Internet (IPv4). Por consiguiente, debemos llevar a cabo una pronta transición a la versión 6 del Protocolo Internet (IPv6) – la infraestructura de direccionamiento de Internet de la próxima generación ofrece un espacio de direccionamiento de 128 bits, lo que aumenta el espacio disponible billones de veces y admite direcciones suficientes en un futuro previsible. Este espectacular aumento nos ofrecerá la oportunidad de conectar incontables dispositivos a Internet, desde neveras a luces de tráfico o sistemas de alcantarillado, que abrirán camino a las ciudades sostenibles e inteligentes.

Hace 10 años, la participación en los debates sobre el IPv6 en Latinoamérica era muy baja. Necesitamos un empeño más pertinente en nuestra región porque el entorno en Latinoamérica es diferente del de otras regiones, asimetría, infraestructuras, economía, por ejemplo, y hay que tenerlo presente al definir las soluciones. Por consiguiente, fundé con otras personas las Escuelas del Sur de Gobernanza de Internet para formar a los próximos dirigentes de la gobernanza de Internet en la región de Latinoamérica y el Caribe. La octava sesión se aproxima y el programa ofrece becas para una semana intensiva, destinadas a universitarios a fin de formarlos para que comprendan las complejidades de la gobernanza de Internet y su importancia para el futuro de Internet. Al día de hoy, más de mil estudiantes han recibido una formación y muchos más han participado a distancia, aumentando así el número de representantes del ecosistema de Internet procedentes de la región de Latinoamérica y el Caribe.

 

Ciudades sostenibles e inteligentes, y desarrollo

Las ciudades sostenibles e inteligentes son una parte importante del futuro del desarrollo sostenible. En los Objetivos 9 y 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) recientemente adoptados el transporte sostenible y la urbanización sostenible son metas esenciales. Si se aumentan las eficiencias urbanas y medioambientales, y se potencia un acceso más fácil y mejor a la atención sanitaria y a la enseñanza, las ciudades sostenibles e inteligentes desempeñarán un papel más importante en la agenda a partir de 2015.

Ahora bien, la dificultad estriba en transmitir la necesidad de desarrollar e implementar ciudades sostenibles e inteligentes en los países en desarrollo, donde otros problemas pueden ser más acuciantes, como por ejemplo, el hecho de que 2500 millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios mejorados y 748 millones no tienen acceso al agua potable.

Además, según estadísticas mundiales la brecha digital es amplia entre países desarrollados y en desarrollo, en los que los usuarios de Internet representan respectivamente 82 por ciento y 35 por ciento en 2015. La conectividad Internet es fundamental para aprovechar estas oportunidades de desarrollo mundial gracias a las ciudades sostenibles e inteligentes. Los países en desarrollo se están conectando poco a poco, pero se teme que la creación de ciudades sostenibles e inteligentes pueda polarizar aún más el desarrollo, aunque por ese mismo motivo esas ciudades deben ser una prioridad en los países en desarrollo.

Desde 2012 soy Directora Académica de “Dominios Latinoamérica”, un proyecto que tiene por objeto alentar a pequeñas y medianas empresas (PYME) de Latinoamérica y el Caribe a utilizar Internet para potenciar su desarrollo comercial, y ofrece cursillos prácticos, seminarios web y consejos de expertos sobre problemas y herramientas tales como publicidad electrónica, informática en la nube, aplicaciones de trabajo a distancia y participación a distancia. Nuestro sitio web y nuestros seminarios web ofrecen noticias e información útil en tres idiomas (español, inglés y portugués) y, una vez al año, organizamos una conferencia, en la cual también se puede participar a distancia, que se focaliza en herramientas de productividad en línea en Latinoamérica y el Caribe.

 

Dificultades: seguridad y desarrollo mundial

Un parámetro esencial del desarrollo de las ciudades sostenibles e inteligentes es la creación de confianza, que corre parejas con sistemas de seguridad resistentes, ya que cualquier cosa conectada a Internet es, por definición, vulnerable a brechas de seguridad. Esta particularidad se vuelve importante cuando todo está conectado en el hogar: ¿Qué puede ocurrir si la computadora de su nevera es víctima de una brecha de seguridad? Como todo está conectado, ¿corre peligro la seguridad de todo el hogar?, ¿peligra nuestra privacidad? Me parece que son inquietudes legítimas, no podremos impedir todos los ataques, pero podremos mitigarlos. La privacidad y la seguridad forman parte de la vida conectada, los usuarios deben responsabilizarse más y, por consiguiente, una mayor sensibilización y educación es indispensable. Habrá que informar constantemente a los usuarios sobre las precauciones de seguridad más recientes para que estén mejor preparados a afrontar esas situaciones.

La seguridad de la ciudad es otro parámetro que se debe abordar con cautela y responsabilidad. Todo el sistema debe ser resistente y estar preparado para situaciones tales como cortes de corriente debidos a condiciones climatológicas extremas, pirateos o ataques informáticos, ya que los miles de terabytes de información producidos por la ciudad y sus ciudadanos, el acceso a los datos y su almacenamiento y utilización deben ser transparentes. Un buen ejemplo es el programa “Buenos Aires IoT” lanzado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a fin de promover actividades relacionadas con proyectos de ciudades inteligentes basados en tecnología de Internet de las cosas.

La próxima generación

Veo con muy buenos ojos el desarrollo de las ciudades sostenibles e inteligentes. Revolucionarán nuestra manera de comunicar y el mundo que nos rodea. Ya empiezan a verse las ventajas del aumento de la conectividad a Internet, con pruebas de coches autónomos sin conductor en EE.UU., Singapur y otros lugares del mundo.

Debemos velar por crear un entorno adecuado para las ciudades sostenibles e inteligentes y, para ello, debemos poder contar con todo el mundo, gobiernos, proveedores de servicios de Internet (PSI), desarrolladores de aplicaciones, proveedores de contenido y personas físicas, que deben tomar más precauciones con su seguridad y privacidad personales.

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