Juventud e innovación

La experiencia de Fatoumata: Cómo la agricultura móvil puede alimentar a los próximos 2 400 millones de personas

El rápido crecimiento demográfico nos obliga a pensar de un modo diferente acerca del agua si queremos garantizar la seguridad alimentaria, conservar los ecosistemas delicados y reducir la pobreza antes de 2050. El proyecto CONNECTED ECO de Fatoumata Kebe, ganador del Concurso de la UIT para jóvenes innovadores en las Telecomunicaciones, aborda esta cuestión de frente.

Aunque soy ingeniero aeroespacial, el viaje que realice en 2009 a Mali me inspiró el proyecto CONNECTED ECO, una solución social de agricultura móvil concebida para hacer frente a la crisis mundial de comida y agua que se avecina.

Siempre me ha fascinado el espacio. Cuando era niño y aún no sabía leer, miraba las fotos de los libros de astronomía. Tengo una maestría (licenciatura) en ingeniería de fluidos y estoy en el tercer año de doctorado en astronomía, en la Universidad Pierre and Marie de París. Además, he tenido excelentes oportunidades: he estudiado en Estados Unidos y Japón y he hecho una pasantía en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia y en la Agencia Espacial Europea (ESA) donde trabajé en la misión Venus Express. También he participado en el Consejo Consultivo de la Generación Espacial (SGAC) dedicado a motivar a la juventud para que contribuya, con su creatividad y entusiasmo, a las cuestiones de política espacial internacional, tales como la exploración y utilización armoniosa de nuestras órbitas. Quizá no sea esta la trayectoria que cabe esperar de un emprendedor social en el campo de la agricultura.

Mi viaje a Mali formaba parte del programa de Transferencia de conocimientos por intermedio de profesionales expatriados (TOKTEN) de la Organización Mundial del Trabajo, que consiste en enviar a expatriados de países en desarrollo a sus países de origen, durante un breve periodo de tiempo y a título voluntario, para que compartan sus experiencias y conocimientos con el personal local en el marco de ayuda al desarrollo. Durante el programa tuve la oportunidad de conocer a personas que trabajan en Mali en diversos campos, como la agricultura, el empoderamiento de la mujer y la educación. Dialogué en numerosas ocasiones con mis vecinos, con miembros de una cooperativa de mujeres y con agricultores. Me consternó saber que los agricultores no eran capaces de producir alimentos suficientes para el sostén de sus familias y que tenían que vender gran parte de su producción para pagar sus facturas o tener acceso a asistencia sanitaria.

Quería encontrar una solución a estos problemas, empezando quizá por un número reducido de personas, pero que pudiera extenderse por todo el continente.

El Concurso de la UIT para jóvenes innovadores era exactamente el contexto que estaba buscando para alcanzar estos objetivos. El Concurso de Internet de las cosas (IoT) me permitió trabajar en asuntos en los que había estado pensando durante años: agua, agricultura, medio ambiente y empoderamiento de la mujer.

La idea del proyecto de agricultura móvil social comenzó a gestarse cuando observé algunos hechos concretos: en 2050, la población mundial aumentará un tercio, pasando de los actuales 7 200 millones a 9 600 millones. La mayoría de estos 2 400 millones de personas adicionales vivirá en países en desarrollo. Si se mantiene la actual tendencia de crecimiento e ingresos, se prevé que en 2050 la producción agrícola tendrá que haber aumentado un 70 por ciento para poder satisfacer la demanda mundial de alimentos esperada. Al mismo tiempo, las mujeres en los países en desarrollo trabajan en el campo tanto como los hombres, además de ocuparse de las tareas domésticas. Por otra parte, la tasa de alfabetización y educación son extremadamente bajas: en Mali, sólo el 20,3 por ciento de las mujeres saben leer y escribir y sólo el 23,1 por ciento de las adolescentes llegan a la escuela secundaria, mientras que en el caso de los hombres esta cifra es del 36 por ciento. Por consiguiente, es indispensable que la agricultura en el mundo en desarrollo emprenda una transformación para poder alimentar a la creciente población mundial y sentar las bases para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza.

Por consiguiente, mi proyecto tendrá que abordar esos dos retos.

En primer lugar, la gestión del agua ocupará el centro del problema, dada su fundamental importancia para el cultivo. Las dificultades que conlleva la gestión del agua en el futuro diferirán sobremanera de las de las últimas décadas; la agricultura ya constituye el mayor consumidor de agua dulce, y la gestión inteligente del agua en la agricultura será una cuestión esencial de política en el siglo XXI. La clave para hallar la solución es conocer el momento y el volumen de agua exactos para el riego, aunque también deben tomarse en consideración otros factores, como las prácticas de gestión, los adelantos tecnológicos, los precios de mercado y las política agrarias.

En segundo lugar, es fundamental que las mujeres tengan acceso a la educación a fin de erradicar la pobreza y lograr el crecimiento económico. Sin embargo, la incidencia dependerá del tipo de inversión social y educativa. Será preciso desplegar esfuerzos para lograr la integración de la mujer, tanto en las aulas como en la sociedad en general.

Acerca de CONNECTED ECO

CONNECTED ECO responde a la necesidad de disponer de un nuevo modelo agrícola para garantizar una producción suficiente de alimentos donde más se necesita, preservando el ecosistema natural, y el empoderamiento de la mujer mediante formación digital. CONNECTED ECO es una solución capaz de satisfacer las distintas necesidades de los agricultores, las comunidades locales y los consumidores mundiales, que redunda en beneficio de todos.

CONNECTED ECO consiste en una solución de agricultura móvil social que aprovecha las actuales tecnologías de IoT disponibles en el mundo desarrollado y transforma su potencial en un modelo empresarial sostenible. La empresa incipiente aprovecha las capacidades de IoT existentes, integradas en una aplicación para teléfono inteligente diseñada especialmente para crear ‘granjas inteligentes’, donde se supervisan los procesos ecológicos a fin de facilitar la gestión ‘inteligente’ del agua y hacer que el riego sea más eficiente. Una vez trasladados a Mali los sensores más económicos, adecuados y sostenibles, podremos empezar a crear una agricultura inteligente y sostenible: reducir el desperdicio de agua, aumentar el rendimiento agrícola y promover la alfabetización digital entre las agricultoras de las cooperativas de mujeres.

El concepto: ¿Cómo funciona la ‘agricultura móvil’ (m-Farming)?

Gracias a la recopilación en tiempo real de datos sobre las condiciones del cultivo y del suelo, CONNECTED ECO permite adaptar la agricultura para obtener el máximo rendimiento agrícola.

Los agricultores recibirán sensores IoT inalámbricos, fabricados por un socio tecnológico y programados para medir datos agrícolas esenciales, tales como los niveles de humedad, la intensidad luminosa, la humedad del suelo y la conductividad eléctrica. Estas estadísticas se transmiten por Wi-Fi a una aplicación para teléfono inteligente – o por SMS para teléfonos de gama baja – a fin de informar en tiempo real sobre las condiciones imperantes.

Los usuarios tienens acceso a gráficos y diagramas desde la interfaz de la aplicación, que analiza los datos para periodos de tiempo y compara las mediciones con una base de datos de las condiciones meteorológicas locales. Al disponer de información detallada sobre sus tierras, los agricultores pueden perfeccionar sus técnicas agronómicas, reducir el estrés hídrico de las cosechas por riego excesivo y, por tanto, reducir el desperdicio de agua. La aplicación indica a los agricultores la hora del día óptima y el volumen de agua para el riego, permitiendo así a los agricultores crear soluciones a medida para sus tierras.

Al automatizar el sistema hídrico, la aplicación móvil también permite desplegar y controlar el flujo de agua hacia los cultivos, regulando de la manera más eficiente el riego. Una válvula de agua alimentada con energía solar es un dispositivo de control de flujo que, cuando se conecta a un sistema de riego por goteo, permite irrigar de manera óptima. Por consiguiente, este proyecto impedirá estropear la cosecha debido a sequía o por riego excesivo.

Para poder acceder a los servicios de CONNECTED ECO, los agricultores necesitan tener acceso a una conexión Wi-Fi.

Desarrollo social

A fin de mejorar la gestión agrícola del agua para el mercado de 2050 se necesita un enfoque práctico, flexible y adaptativo como el que ofrece nuestro proyecto. Además de ayudar a los agricultores a reducir costes y aumentar la productividad de la tierra, el modelo empresarial de CONNECTED ECO fomenta la sostenibilidad social y la reducción de la pobreza. Naciones Unidas afirma que la educación de niñas y mujeres podría ‘ser la clave para poner fin al ciclo de pobreza’, por cuanto, facultadas para encontrar empleo y convertirse en emprendedoras, contribuirán al crecimiento económico. La UIT desempeña un papel decisivo en la formación de mujeres de países en desarrollo en conocimientos TIC esenciales mediante programas tales como su Campaña de alfabetización digital, en colaboración con el telecentre.org, que ha impartido formación digital a más de un millón de mujeres, permitiéndoles acceder al mercado laboral.

La utilización de los sensores de Internet de las cosas de CONNECT ECO y la aplicación para teléfonos inteligentes permite empoderar una nueva generación de ciudadanos digitales. Las personas sin nociones de desarrollo de software pueden aprender fácilmente a utilizar esta tecnología. Nuestro modelo se concentrará en impartir formación en cooperativas de mujeres agricultoras sobre cómo utilizar la tecnología CONNECTED ECO, mejorar su alfabetización informática y empoderarlas para que puedan desempeñar mejor las tareas agrícolas. Por consiguiente, el modelo de CONNECTED ECO tiene una finalidad social: la integración de personas marginadas en el mercado laboral, contribuyendo así a la reducción de la pobreza en el mundo.

Organizaré sesiones de formación especial y trabajaré para crear las condiciones necesarias en el contexto local a fin de que las mujeres pueden enseñar a otras mujeres y lograr de esta manera que las actividades de capacitación sean autosuficientes y sostenibles. Ya he identificado una cooperativa de mujeres en Kati (Mali), que podrían aprender a utilizar nuestros dispositivos IoT.

Próximas etapas

Estamos finalizando la investigación y desarrollo, pero ya hemos identificados una granja agroecológica en Mali donde efectuar las pruebas y perfeccionar las capacidades del proyecto CONNECTED ECO.

Una vez terminado el periodo de prueba, CONNECTED ECO se desplegará por Mali utilizando los sensores IoT fabricados por un socio tecnológico. Finalmente, esperamos que este proyecto se extienda por África Occidental.

UIT

La difusión obtenida al haber ganado el Concurso de jóvenes innovadores de 2014 de ITU Telecom, nos permitirá acelerar la ejecución del proyecto, de modo que podemos comenzar a resolver el problema de la gestión hídrica para uso agrícola y fomentar el empoderamiento de la mujer en Mali.

Expectativas para el futuro

Este año espero terminar la prueba piloto en Mali. En los próximos cinco años espero que muchas mujeres de la sociedad utilicen el programa CONNECTED ECO. Confío en que cada vez se reconozca más la importancia de la mujer para el desarrollo y que éstas asuman liderazgo en las esferas social, económica y política – y deseo ser parte en ese proceso. A largo plazo espero que CONNECTED ECO transforme la forma en que se piensa en África sobre la agricultura y la irrigación – África tiene la oportunidad de liderar en el campo de la agroecología, convirtiéndose así en el granero del mundo.

Una observación a título personal, una vez termine mi tesis, me gustaría dedicarme a la preservación del medio ambiente en el espacio y en la Tierra. Espero llegar algún día a ser el Director General de una empresa dedicada al medio ambiente en el espacio y en la Tierra.